Una noche profundamente oscura para los amantes de las fiestas nocturnas de verano. El pasado lunes 10 de agosto Alavita estuvo presente en la XII Fiesta de la Luna, un encuentro especial, distinto, que no se parece a ningún otro. Una de esas actividades al aire libre imposibles en otra época del año.
Es el décimo tercer año que se propone este acto en el que se invita a todos los vitorianos y alaveses para que disfruten de este marco natural incomparable donde se ubicó la antigua torre de los Iruña en plena sierra de Badaia y un monasterio de frailes. Su final trágico ocurrió durante las guerras civiles del siglo XIX, al refurgiarse allí un destacamento carlista que fue liquidado al completo por los liberales. El general Zurbano mandó incendiarlo. Gloriosa ruina durante décadas, ahora es un fantástico jardín botánico.
A partir de las diez de la noche comenzó nuestra aventura. Un paseo entre las ruinas del convento y los diferentes parterres del jardín botánico. Entre las nueve paradas previstas se contarón numerosas historias ligadas a las leyendas de tan insólito lugar con la magia de la luna como telón de fondo. Luego hubo un akelarre acompañado de aguardiente y pastas para todos los asistentes.
Todos los que han estado una vez repiten ante el espectáculo grandioso de las flores y las plantas iluminadas de esa época. “Es una experiencia singular y magnífica con muchas sorpresas”, señala el presidente de la asociación Arkiz, Román González. Nosotros os podemos asegurar que el año que viene repetiremos esta increíble experiencia. ¡Os esperamos!